VIENE DEL: CAPITULO 4
ATENCION: ESTE POST CONTIENE ESCENAS DE SEXO EXPLICITO Y LENGUAJE ADULTO +18. CLASIFICACION POR DESCARGO R.
CAPITULO 5
Leonardo recogió las llaves y
el mapa sonriendo pero algo en la voz del conde lo hizo mirarlo.
Aunque le daba la espalda,
Leonardo pudo darse cuenta de la gran desolación que sentía Riario. Sus músculos
temblaban por la tensión y los espasmos
de su cuerpo lo traicionaban y el artista se sintió mal a pesar de haber
conseguido su objetivo.
Sabía que sus palabras eran la
causa de la agonía de pena y rabia que sentía el conde y sin darse ni cuenta empezó
a andar hacia Girolamo.
En su cabeza pudo oír perfectamente la voz de Zo
diciéndole que dejara de hacer el imbécil, y saliera de Sant Angelo perdiendo
el culo antes de que esa jodida serpiente le echara a toda la guardia vaticana
encima, pero en esos momentos el no vio a ninguna serpiente. Vio a un hombre derrotado y herido, intentando
controlar los espasmos que le provocaban el llanto que pugnaba por salir y por
primera vez vio al Girolamo que habitaba bajo la piel del siniestro conde de
Imola.
Cuando llego a él, se posiciono
a su espalda y posando una mano en la cintura desnuda del conde, acaricio su costado con su mano abierta,
bajando hacia las cicatrices pálidas que rodeaban su piel.
-Soy un imbécil, Girolamo… Lo
siento.